Mejorar la calidad de vida y eludir las consecuencias de los radicales libres, a las que tan expuestos están los habitantes de las grandes ciudades, es posible si se cambian algunos hábitos y se respeta más a nuestro organismo. En los capítulos subsiguientes usted hallará en forma detallada las razones por las que es conveniente incorporar a nuestra vida cotidiana ciertos hábitos alimenticios y/o de conducta, que redundarán en más años de vida plena. Los consejos que ennumeramos a conti nuación son sólo una suerte de pantallazo general de lo que trataremos en las siguientes páginas.
1) Practique con regularidad una actividad física que no sea demasiado violenta, como caminar.
2) Organice una dieta baja en calorías y trate de no su perar los valores aconsejados para su peso corporal.
3) Disminuya al mínimo el consumo de carnes rojas por su riqueza en colesterol y hierro, este último un catalizador de los radicales libres (la morcilla, por ejemplo, es el alimento que tiene mayor concentración de hierro). Esta recomenda ción está dirigida a los adultos mayores de 30 años y a las mu jeres posmenopaúsicas.
4) Aumente la ingesta de frutas y verduras, por lo me-j nos cuatro veces diarias.
5) Evite las adicciones, en especial el cigarrillo y el alcohol.
6) Recuerde que las vitaminas C y E son poderosos antioxidantes, al igual que el betacaroteno, que está presente er la zanahoria.
7) Incorpore a sus comidas alimentos que incluyan se-lenio, magnesio y zinc, tres minerales que son acérrimos ene migos de los radicales libres. Deseche aquellos que contengan metales prooxidantes, como hierro, plomo, aluminio, cobre i cobalto).
8) Trate de escaparle al estrés. Se ha notado en anima les de laboratorio que, sometidos a un exceso de ejercicio, pr»i ducían una mayor cantidad de radicales libres.
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