La imagen generalizada que la gente tiene del envejeci miento es negativa: lo ven como una declinación de las capaci dades generales de la persona. Sin embargo, también hay que considerar que existen personas que pueden sentirse en conflic to con su edad y tienen sólo 30 o 40 años. Esto significa que mu chas veces este problema no tiene nada que ver con el aspecto físico sino con factores psicológicos, sociales o estéticos.
Como ya hemos dicho, hoy en día la esperanza media de vida supera los 70 años, y io que hace sólo unas décadas suponia el declive del ser humano, hoy es su plenitud. Pero no nos debemos engañar, porque alrededor de los 40 años algo Importante ocurre en la vida de todas las personas: si bien ya tienen estabilidad en ciertos aspectos de la vida, empiezan a aparecer nuevas preocupaciones que pueden derivar en con flictos personales.
Si bien es cierto que hasta hace 10 o 15 años sólo las mujeres se preocupaban por su envejecimiento y deterioro fí-llco, desde mediados de la década del '80 los hombres las Igualaron en sus preocupaciones y formas de enfrentar este conflicto (por ejemplo, antes sólo las mujeres se prestaban pa ra una cirugía estética, mientras que hoy los hombres no tie nen ninguna inhibición en quitarse bolsas de los ojos, hacerse un retoque en la nariz o quitarse adiposidades del vientre).
Los psicólogos cuando intentan orientar a una persona preocupada por las consecuencias que le provoca el paso de los años, aconsejan valorar lo que se consiguió así como tam bién lo que se malogró, para que, una vez asumido el hecho de que el tiempo pasa, podamos disfrutar con mayor conciencia de la vida y tratemos de realizar más cosas positivas.
Dentro de la etapa de madurez y adultez se pueden ob servar varios tipos de conflictos. Los más comunes y reconoci bles son:
Al contrario de lo que muchos piensan, los conflic tos por el paso de los años no siempre lo sufren las personas que tienen más de 50 o 60 años, a veces la gente joven (por lo general, de 30 años en adelante) ya presenta algún tipo de problema con su propia imagen o su estilo de vida (por ejem plo, las personas que a los 30 años no pudieron terminar una Carrera, conformar una pareja estable o un puesto laboral que los satisfaga). En estos casos el conflicto comienza con una depresión muy profunda que paraliza a la persona y la reduce a pensar en lo que podría haber hecho de su vida y no en lo que puede hacer para mejorarla.
Estas crisis también son comunes cuando se desajus ta la imagen corporal que una persona tiene de sí misma. El conflicto comienza cuando se empieza a decir: antes yo podía hacer tal cosa y ahora no puedo; en vez de decir ahora me gusta ría hacer tal cosa. En esta actitud hay una depresión porque se ven reducidas las capacidades físicas.
La dificultad para aceptar el envejecimiento también es común en la gente que cree haber perdido parte del éxito de la juventud. Aquí es interesante resaltar que para la gente que tiene este pensamiento, la solución no sería tratar de mantenerse juveniles, vitales y activos sino que su intención es la de conservarse eternamente jóvenes . Aquí también en tra en juego uno de los puntos que caracteriza a esta década: cada vez son más los hombres que cuidan su cuerpo y acuden a los quirófanos con fines puramente estéticos.
Una de las crisis más comunes comienza cuando las personas sienten que no tienen la misma fuerza que antes para hacer sus actividades. Entonces se deprimen y toman actitu des de encierro: no se muestran, no quieren salir con amigos, ir a una fiesta, bailar, etc. También es común que se empie cen a desinteresar por el aspecto sexual porque se sienten me nos atractivos.
La pérdida de memoria es otro indicador del enveje cimiento que las sociedades occidentales aceptaron durante mucho tiempo como inevitable.
Las personas alrededor de los cuarenta y de los cincuenta ya comienzan a preocuparse por este problema, a pesar de que, como se sabe, los lapsus de memoria le ocurren a todo el mundo. Aun así, algunas personas tienen tanto temor a volverse viejos que cada vez que necesitan recordar algo dejan que su ansiedad les bloquee la memoria. Pero cuando se calman y la ansiedad de saparece, la memoria vuelve espontáneamente. Esto significa que la pérdida de memoria no siempre es sinónimo de vejez.
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